El paro de trabajadores universitarios, tanto no docentes como docentes, alcanzó su segunda jornada el pasado 18 de marzo, con un nivel de acatamiento promedio del 65%, similar al registrado el martes anterior. La medida de fuerza, convocada por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, se llevó a cabo en las distintas facultades e institutos de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), según informó la Asociación de Trabajadores de la Universidad (ATUN).
En ambas ciudades donde opera la UNNE, Corrientes y Resistencia, se realizaron concentraciones frente al Campus Deodoro Roca y el Campus UNNE, respectivamente. Allí, trabajadores y estudiantes se reunieron para reflexionar sobre la crítica situación que atraviesan las universidades nacionales.
Liza Hortt, secretaria general de ATUN, expresó su preocupación por el panorama salarial y laboral: «Lamentablemente, pareciera ser que este año será de largas luchas salariales. El acatamiento al paro llegó al 90% de no docentes y al 40% de docentes. Muchos docentes estaban inaugurando cátedras y querían explicar a los alumnos la situación. En Resistencia siempre es más, en Corrientes cuesta más porque los paros hay que trabajarlos mucho».
Hortt también destacó el impacto de la crisis económica en los trabajadores universitarios: «Cuando van al supermercado o compran útiles para sus hijos, se dan cuenta de que en un año perdimos cuatro salarios y medio, lo que representa un 68% del poder adquisitivo. Eso significa que hemos trabajado casi cinco meses sin cobrar. La verdad es que es una agonía».
Además, criticó la gestión del gobierno nacional en relación con las universidades públicas: «Le habían prometido a las autoridades que el porcentaje para el funcionamiento de la universidad sería del 10%, pero viene en cuotas y no funciona. Estamos perdiendo calidad y nivel».
A pesar de las dificultades, Hortt subrayó el compromiso de los trabajadores con la calidad educativa y la solidaridad hacia la población estudiantil: «La UNNE se caracteriza por marcar tendencia en la región y siempre hemos cuidado la calidad. Entre el 60% y el 68% de los no docentes estamos profesionalizados, lo que ha cambiado mucho nuestro perfil».